El cine de terror siempre ha jugado con nuestros miedos más profundos, pero hay algo que nos inquieta cuando, al final de la película, aparece el siguiente mensaje: “Basado en hechos reales”.
De pronto, los sustos dejan de ser ficción y se convierten en ecos de crímenes sin resolver, posesiones documentadas y asesinos que caminaron entre nosotros. Hollywood puede exagerar con el uso de efectos especiales, pero, en muchos casos, la verdadera historia es aún más siniestra que lo que la película se atreve a mostrar.
Para los amantes del terror, estos filmes son una fascinación macabra; para los escépticos, un recordatorio incómodo de que, en ocasiones, la realidad supera la ficción.
A continuación, revelamos las historias detrás de algunos clásicos del terror:
1. El exorcista (1973)
Aunque la película de William Friedkin convirtió a El exorcista en un fenómeno cultural, su origen es aún más perturbador. En 1949, un niño de catorce años (identificado como Robbie en los informes) comenzó a mostrar comportamientos extraños: hablaba en latín sin haberlo aprendido, su cama se movía sola y le salían marcas en la piel con mensajes como “infierno”.
Su familia, convencida de que estaba poseído, buscó la ayuda del sacerdote jesuita William Bowdern, quien realizó un exorcismo que duró semanas. A diferencia de lo que ocurre en la película, no hubo cabezas que giraran ni levitación, pero testigos afirmaron haber visto objetos moverse y escuchado voces sobrenaturales.
El caso fue tan impactante que inspiró la novela de William Peter Blatty y, años más tarde, la película. Incluso el set de filmación en Georgetown estuvo plagado de sucesos extraños, como incendios inexplicables, por lo que un sacerdote lo bendijo.
2. La matanza de Texas (1974):
Leatherface, el asesino con motosierra, está basado en dos criminales reales: Ed Gein y Dean Corll.
Gein, conocido como “El carnicero de Plainfield”, asesinó al menos a dos mujeres en la década de los 50 y decoró su casa con trofeos hechos de piel y huesos humanos.
Por otro lado, Dean Corll, un asesino en serie de Houston, torturó y mató a más de veinte personas con la ayuda de dos adolescentes. Su historia inspiró el ambiente de paranoia y violencia del filme.
3. El misterio de Amityville (1979):
En 1974, Ronald DeFeo Jr. asesinó a su familia en una casa de cinco habitaciones en Long Island. Un año después, los Lutz se mudaron allí, salvo que huyeron a los 28 días alegando actividad paranormal: voces, apariciones y hasta levitaciones.
Su testimonio se convirtió en un best seller y luego en una película, pero muchos lo consideran un engaño. Aún así, el caso sigue siendo un referente del terror sobrenatural, y ha inspirado secuelas y documentales como My Amityville Horror (2012), donde el hijo de los Lutz dio su versión.
4. Jennifer’s Body (2009):
Esta película de Diablo Cody, protagonizada por Megan Fox, tiene un trasfondo macabro: el asesinato de Elyse Pahler, una joven de 15 años sacrificada en 1995 por tres adolescentes que creían que el diablo les otorgaría poderes a cambio.
Aunque la trama es ficticia, la temática del sacrificio humano y la obsesión ocultista está basada en este crimen.
5. El faro (2019):
Robert Eggers se inspiró en un suceso ocurrido en 1801 en el faro de Smalls, donde dos guardianes quedaron atrapados durante una tormenta. Cuando uno de ellos murió, el otro, temiendo ser acusado de asesinato, permaneció semanas junto al cadáver antes de ser rescatado, ya al borde de la locura.
La película, protagonizada por Willem Dafoe y Robert Pattinson, reflexiona sobre la psicosis y el horror de la soledad extrema.
6. Zodiac (2007):
David Fincher llevó a la pantalla la obsesión por el asesino del Zodíaco, que aterrorizó California en las décadas de los 60 y 70 con crímenes sin resolver. Lo más aterrador no fueron solo los asesinatos, sino los mensajes cifrados que enviaba a los periódicos, con el objetivo de retar a la policía.
La película narra la historia de Robert Graysmith (Jake Gyllenhaal), un dibujante que dedicó años a descifrar el caso, lo que arruinó su vida personal. A día de hoy, la identidad del Zodíaco sigue siendo un misterio.
Ahora, cuando vuelvas a ver cualquiera de estas seis, quizá pienses dos veces antes de decir: «Es solo una película».
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